Cuando se trata de confianza, una cosa es segura: las personas realmente seguras de sí mismas tienen la ventaja sobre aquellas que dudan, ya que son capaces de hacer que las cosas sucedan. Aquí te comparto algunas cosas que separa a las personas seguras de sí mismas del resto.
8. No temen delegar o pedir ayuda
Saben que pedir ayuda no les hace parecer débiles o ignorantes. Conocen bien cuáles son sus fortalezas y debilidades y se apoyan en otras personas cuando saben que carecen de una característica necesaria para lograr algo. También saben que aprender de alguien que tenga experiencia es una forma de mejorar rápidamente.
7. Celebran a otras personas
La gente insegura constantemente está dudando de su propia relevancia y por lo tanto tratan de robar cámara o sacar a flote las debilidades de otras personas para sentir que están "a salvo". Las personas seguras, por otro lado, no se preocupan si otra persona brilla porque son conscientes de que cada persona tiene su lugar. Esto les permite ver las cosas maravillosas que otras personas pueden ofrecer (y si se puede, delegar o formar alianzas).
6. No temen equivocarse
Cuando las personas seguras ven una oportunidad, no dudan en tomarla. En vez de preocuparse sobre lo que podría salir mal, se lanzan a atrapar el éxito. No es que no sientan miedo, es que no permiten que ese miedo los detenga o congele.
Las personas seguras de sí mismas expresan su opinión de forma amigable, manteniendo apertura y escucha hacia las opiniones de otros. Agradecen las "equivocaciones" porque pueden aprender algo de ello.
5. No se desesperan por ser el centro
Las personas con autoconfianza saben que ser auténticos es más efectivo que parecer alguien importante o alguien que no son.
Las personas seguras de sí mismas no pretenden ser el centro de atención. Cuando reciben las miradas de todos por un logro que obtuvieron, se aseguran de que las personas que trabajaron a su lado reciban también parte del reconocimiento.
4. Celebran pequeñas victorias
Su principal competencia no son los otros, son ellos mismos. Gustan de imponerse retos a sí mismos, no importa qué tan pequeños. Estas acciones ayudan a generar receptores necesarios en el cerebro responsables por las sensaciones de recompensa y motivación. Esto impulsa el deseo de superar nuevos retos. Cuando tienes una serie de victorias pequeñas, tu confianza aumenta.
3. Establecen límites
Es más fácil que experimentes estrés, cansancio y depresión si se te dificulta decir que no. Las personas seguras saben que establecer límites es saludable y además tienen la autoconfianza necesaria para dejar en claro por qué dicen que no. Nunca dicen sí a menos de que realmente quieran hacerlo. Evitan decir frases como “No creo poder” o “No estoy seguro”, sino que dicen “no” con seguridad.
2. No hablan mal de otras personas
Las personas seguras de sí mismas no juzgan a otras porque saben que todos tienen algo bueno que ofrecer y no necesitan rebajar a alguien para sentirse bien consigo mismas. Saben qué tan limitante es compararse con otra persona y lo agotador que resulta pasar el tiempo preguntándose si uno es lo suficientemente bueno.
1. Encuentran la felicidad dentro de ellos
La felicidad es un elemento crítico de la confianza porque para ser alguien seguro debes ser feliz con lo que eres y haces. Estas personas encuentran la satisfacción en sus propios logros; saben que sin importar lo que diga la gente, nunca se es tan malo o tan bueno como piensan los demás. Todo se trata de ser feliz con quien eres.
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